Un parque donde los protagonistas son los servicios públicos: agua, energía y comunicaciones.

domingo, 28 de agosto de 2011

Viernes de encuentros



Con la complicidad de la noche van llegando en metro cientos de jóvenes entre los 13 y 25 años, que encuentran en el parque de los deseos, los viernes en la noche, un espacio para encontrarse, reconocerse, ser libres, ser ellos mismos, ser jóvenes, es decir explorar, conocer, aprender, compartir.  Están ahí e inconscientemente saben que ese parque, a esa hora, es el único espacio público que en Medellín pueden habitar, porque toda la oferta es para mayores de edad, porque toda la oferta es costosa, requiere un consumo, un gasto, dinero, dinero que no hay y porque entre más sean, más tranquilos y seguros pueden estar.

El Cartel, como es conocido este espacio, surgió de la idea de un puñado de estudiantes de la universidad San Buenaventura que empezaron, por medio de facebook, a citarse todos los viernes allí, dicha red social permitió que mas jóvenes se enteraran de la cita y en un abrir y cerrar de ojos el parque de los deseos, los viernes en la noche, se había convertido en el referente de la homosocialización entre los  jóvenes  LGBT de la ciudad, hasta allí llegan cada viernes jóvenes de toda la ciudad y el área metropolitana, que tiene en el metro su único medio de transporte por eso a las diez y media el parque empieza a quedar abandonado y a las once ya está totalmente desierto. 
 
Quien desprevenidamente cruce por el parque un viernes después de las siete de la noche, notará que allí no hay inhibición, que un beso es un gesto simple de cariño que se le da a cualquiera, que cogerse la mano es sinónimo de confianza y que todos son amigos aunque no se conozcan. Notará que se arman pequeños grupos donde se comparte una botella de vino barata, quizá cariñoso o tal vez Moscatel, que la forma de interaccionar es darse besos con el tradicional juego picobotella, o jugar cargamontón o hacer pirámides y piruetas estilo porrista.  Verá que hay quienes van de aquí para allá, que hay travestis, que hay personas muy adultas que parecen desentonar con el ambiente, que cada segundo se arma una nueva pareja y cada dos se deshace una.


En el mes de abril,  los medios de comunicación informaron como los jóvenes del cartel habían sido atacados por un grupo de skates, la razón nunca  se supo, un mar de rumores y versiones fue circulando y finalmente y aun con la presencia de la policía y la personería, los skates volvieron a atacar, botellas rotas, tablas rotas, manos rotas, varios heridos, mucho miedo y la incertidumbre, fueron los resultados de dicho ataque. Sin embargo y contra todos los pronósticos, los jóvenes del cartel no se dejaron amedrentar, no se dejaron asustar y siguieron habitando ese espacio tan propio, tan suyo.  Ahí están, cada día son más y parece que se quedarán mucho tiempo más.


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